Deseos.

Realmente me gustaría tener un montón de cosas, así como también poder creer un montón de ellas. Todos deseamos, desde lo más simple hasta lo más complejo (y a esos deseos los llamamos sueños). A mi me gustaría poder terminar de escribir Tómbola, esa historia que sé que me gusta, que sé que puedo escribir, pero nunca puedo animarme y nunca la encuentro perfecta como me gustaría que fuera.

También me gustaría escribir un gran policial, y ahora también me gusta la onda de los demonios, lobos y cosas sobrenaturales. Por ende, también me gustaría escribir una saga de ciencia ficción, donde todo sea posible. Deseo, muchísimo, poder irme de casa y empezar una nueva etapa. Me gustaría llevarme mejor con mi mamá y poder demostrarle a mi hermano lo mucho que lo necesito y lo bien que me hace. Deseo que mis dos mejores amigas estén para siempre y nunca nos separemos. 

Uno de mis deseos más bizarros sería ver absolutamente todas las series existentes y llenarme la cabeza de inspiración. También leer, leer hasta que los ojos no me den más.

Mi deseo más complejo (sueño) sería que él supiera toda la verdad, todo lo que por mí pasa; me gustaría ser transparente y legible ante sus ojos. Pero en deseo nos quedamos.

Y una de las cosas que sería genial, verdaderamente genial, sería esto: 

Sin morir de sobrepeso, anemia o cualquier otra enfermedad que produzca alimentarse, eternamente, de pizza.

Deseo demasiado, te deseo.

Sofía.