[...]Meses
después, antes de irse a Dubai, le dije que la amaba. Ella me respondió que
sentía lo mismo, aunque, añadió, tuviésemos que prepararnos para largos
períodos de separación. Cada uno iba a trabajar en un país diferente, pero el
verdadero amor puede resistir la distancia.
Ésa
fue la única vez que me atreví a preguntarle: <<¿Por qué me amas?>>
Ella
respondió: <<No lo sé ni tengo el menor interés por saberlo>>.[...]
[...]- ¿Qué es el amor, entonces?
- El alma, la sangre y el cuerpo de la Gran Madre. Yo te
amo con la misma fuerza con la que se aman las almas exiliadas, cuando se
encuentran en el desierto. Nunca habrá nada físico entre nosotros, pero ninguna
pasión es inútil, ningún amor es despreciado. Si la Madre ha despertado eso en
tu corazón, también lo despertó en el mío, aunque tal vez tú lo aceptes mejor.
Es imposible que la energía del amor se pierda: es más poderosa que cualquier
otra cosa, y se manifiesta de muchas maneras.[...]
[...]- El amor no es un hábito, un compromiso, ni una deuda.
No es lo que nos dicen las canciones románticas; el amor es.[...] Sin
definiciones. Ama y no preguntes demasiado. Sólo ama.[...]
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